Cultura otaku

A Hayao Miyazaki no le importa la opinión pública

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El director ejecutivo de Pixar, Pete Docter, y el cofundador de Studio Ghibli, Hayao MiyazakiSon los protagonistas de un reciente y fascinante intercambio de ideas sobre el proceso creativo en la producción de películas de animación, revelando profundas diferencias filosóficas entre los enfoques de sus respectivos estudios. Durante una conversación organizada por el popular programa de radio de Tokyo FM 'Ghibli Sweaty', Docter le preguntó a Miyazaki: “¿Cuándo realizas cambios para ti mismo y cuándo los realizas para el público?». La respuesta de Miyazaki fue directa: «Nunca pienso en la audiencia».

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Este diálogo ofrece una ventana única a la mentalidad de dos gigantes de la animación, cada uno con un enfoque distinto del arte de contar historias. Miyazaki, conocido por su insistencia en la integridad artística y la autenticidad, defiende una visión en la que el creador asume la plena responsabilidad del producto final. Para él, el proceso creativo no puede delegarse ni dejarse influenciar por opiniones externas, como los tests de audiencia que Pixar utiliza frecuentemente. Según Miyazaki, “Es imposible que todos los espectadores entiendan una película, somos nosotros los que asumimos la responsabilidad, por lo que no podemos dejarlo en manos de alguien que simplemente está ahí.».

Por otra parte, Docter, productor ejecutivo de la esperadísima 'Inside Out 2', describe un proceso mucho más abierto e inclusivo, donde las pruebas de audiencia juegan un papel crucial. Para Pixar, estas proyecciones de prueba les permiten medir si ciertas escenas emotivas realmente “resuenan” en el público, dándoles la oportunidad de hacer ajustes que hagan que la película sea más efectiva para la mayoría de los espectadores. Docter sostiene que "es nuestra responsabilidad modificar la película para que tenga eco en la mayor cantidad de personas posible cuando la vean".

La pregunta que surge de este contraste es: ¿Cuál de estos dos puntos de vista es correcto?

  • La postura de Miyazaki resuena entre aquellos que valoran la pureza artística y la expresión personal sin concesiones. Al no permitir que el público influya en el proceso creativo, Miyazaki garantiza que la obra final sea una representación auténtica de su visión y la del equipo de Ghibli. Este enfoque puede dar lugar a películas profundamente personales y originales, aunque también corre el riesgo de alienar a algunos públicos que quizá no entiendan todas las sutilezas del mensaje.
  • Por el contrario, la metodología de Pixar, defendida por Docter, refleja un enfoque más democrático y pragmático de la realización cinematográfica. Al tener en cuenta las reacciones de la audiencia durante el proceso de producción, Pixar puede ajustar su producto para garantizar que sus películas sean accesibles y tengan un impacto emocional para una amplia gama de espectadores. Sin embargo, esto puede ser visto por algunos como una dilución del arte en favor de la comercialidad.

Ambos enfoques tienen sus méritos y, en última instancia, el enfoque “correcto” puede depender del objetivo del cineasta. Para aquellos que, como Miyazaki, buscan crear obras de arte que reflejen su visión personal sin concesiones, ignorar al público puede ser la elección correcta. Por otro lado, para estudios como Pixar, cuyo objetivo es conectar emocionalmente con la mayor cantidad de personas posible, las pruebas de audiencia pueden ser una herramienta invaluable.

Fuente: Natalie en los cómics