Cultura otaku

No todos los autores están contentos con los doujinshi

Anuncios

En Japón, la creación de obras derivadas o “doujinshi” ha sido una práctica común y popular, especialmente en eventos como el Mercado del Cómic (Comiket). Sin embargo, detrás de esta cultura aparentemente inofensiva, hay un profundo malestar entre ciertos mangakas, que ven en estas obras un problema que va más allá del simple homenaje.

Doujinshi
©Y.POCHI/PUBLICACIÓN INDEPENDIENTE

Aunque muchos mangakas son tolerantes con la creación de doujinshi basados en sus obras, hay un número considerable de autores que no ven esta práctica con buenos ojos. Según un informe reciente de Daily Shincho, un artista de manga anónimo ha revelado su disgusto por los doujinshi, especialmente aquellos que cambian drásticamente la personalidad de sus personajes o los presentan en situaciones inapropiadas, como el contenido para adultos.

Este autor, identificado como “Autor A” para no revelar su identidad, expresó su molestia: «Está claro que no me gustan los doujinshi. Creo que la creación no autorizada de doujinshi para adultos con mis personajes es una violación de mis derechos morales como autor.». Este sentimiento refleja el conflicto interno de muchos creadores que, si bien entienden que estos fans lo hacen por admiración, sienten que sus personajes son explotados y distorsionados sin su consentimiento.

El problema no se limita sólo a la modificación del personaje. El “Autor A” también criticó el hecho de que muchos creadores de doujinshi obtienen ganancias considerables sin que el autor original reciba ninguna compensación. «Es inaceptable que algunos doujinshi se vendan tanto y yo no vea ni un solo yen de esas ganancias. ¿Puede esto realmente considerarse una actividad de los fans?», preguntó, destacando cómo algunos creadores de doujinshi han llevado su trabajo más allá de los eventos de venta, distribuyéndolo en tiendas especializadas o incluso en formato digital.

Aún más preocupante es el reciente aumento en la calidad y cantidad de productos derivados del doujinshi, como acrílicos, llaveros, almohadas e incluso mantas, que se crean sin la licencia o permiso del autor original. El “autor A” señaló que si bien en el pasado estos productos eran de baja calidad y no competían con los productos oficiales, hoy alcanzan niveles que rivalizan o incluso superan a los productos licenciados, lo que complica aún más la situación.

Por supuesto, la cuestión de los doujinshi y las obras derivadas es un tema complejo que necesita ser discutido más abiertamente. Mientras que algunos artistas de manga, especialmente de las generaciones más jóvenes, ven el doujinshi como una forma de promoción o incluso una oportunidad de exploración, otros, como el “Autor A”, creen que el trabajo original y los derechos de los creadores deben ser respetados.

En un mundo donde se generan avances tecnológicos y nuevas formas de creación y distribución de contenidos, es crucial que se establezcan límites claros y justos que protejan tanto a los creadores originales como a los fans que desean rendir homenaje a sus obras favoritas. Con el creciente debate sobre los derechos de autor, la IA generativa y la comercialización no autorizada, es probable que veamos más discusiones sobre este tema en el futuro cercano.

Fuente: Diario de Shincho